La palabra crótalo viene del latín “crotalum” que significa “cascabel o castañuela”. Y a su vez viene del griego “krotein”, “aplaudir”. También llamados chinchines, címbalos, zills (Turquía), sagats (Egipto) o Snuch (Siria y Líbano).
Los crótalos son uno de los instrumentos de percusión más pequeños y antiguos de los que se tiene constancia a través de las representaciones en bajo relieve de egipcios y asirios, remontados posiblemente al año 6.000 a.C., si bien hay dudas acerca de la fecha exacta de origen.
Este sencillo instrumento consta de dos platillos de metal (bronce), asidos por un cordel que se coloca entre los dedos pulgar e índice, para golpear el uno contra el otro, rozando suavemente sus bordes.
Los platillos pueden ser lisos o decorados, y algunos crótalos tienen apenas cuatro centímetros de diámetro. Los crótalos de relieve suelen estar decorados con mantras y símbolos budistas. A mayor tamaño, el sonido tendrá mayor resonancia. Y cuanto más pequeño, el agudo será más potente.
ALGO DE HISTORIA
Tal como los conocemos hoy en día, se encuentran representados en relieves babilónicos y asirios del año 1.000 a.C. Se comenzaron a usar en Iraq y en todo el este y norte de África. Eran de madera y se utilizaban para eventos religiosos y populares.
La mitología suele representar a las musas danzando mientras hacen sonar los crótalos entre sus dedos. Al igual que las especies y la seda, los crótalos también viajaron por el resto del continente asiático.
En el siglo XV llegan a Turquía, quienes les llaman zills, en honor a la diosa Cibeles (Cybele). También estuvieron presentes en la práctica musical griega, al introducir éstos los ritos de Atis y Cibeles, en los que su utilización era habitual.
Se extendieron además por Asia y posteriormente por Europa, siendo los antecesores de las castañuelas españolas.
Estaban reservados exclusivamente para la danza y hasta el presente, han seguido siendo utilizados de la misma forma.Las bailarinas a menudo utilizan algún tipo de instrumento rítmico para ayudar a los músicos en el acompañamiento rítmico-musical a sus bailes.
Las bailarinas españolas también hacen esto, pero hay evidencias de una común herencia para estas formas de danzas a través de la asociación con los gitanos y con los antiguos mercaderes fenicios.
Hay historias egipcias que cuentan que en una determinada época del año, las sacerdotisas de Bast (Diosa que representaba los poderes benéficos del sol), bajaban el Río Nilo, anunciando las festividades en honor a la diosa. Para la ocasión, tocaban una especie de platillos de metal.
En aquella época se creía que al bailar con los crótalos, el ambiente era purificado y los malos espíritus alejados.
“Desde Oriente Medio hasta nuestros días. Desde Egipto, a la India (Kártals) y a Turquía, como parte del folclore turco y en las danzas orientales, los crótalos son un pequeño instrumento que ha viajado por medio mundo.
“Muchas bailarinas de danza oriental bailan a la vez que hacen sonar los crótalos, lo que requiere una gran habilidad de coordinación. Del mismo modo, son un elemento imprescindible para bailar American Tribal Style.” – Ananda Bucari
Fuentes:
http://anandabucari.com/crotalos-parte-1-historia/
http://elblogderitualsound.blogspot.mx/2011/09/crotalos-y-cimbalos-un-viaje-desde-el.html